Una apuesta por el mango cundinamarqués.
¡Somos un modelo ambiental!
Las moscas de la fruta son plagas que afectan los cultivos de mango, consolidándose como uno de los problemas recurrentes en los predios de Cundinamarca.
El Proyecto Manejo Intrapredial de Moscas de la Fruta en Cultivos de Mango del Departamento de Cundinamarca, es una iniciativa ejecutada por la Asociación Hortifrutícola de Colombia (Asohofrucol) y la Agencia de Comercialización e Innovación para el Departamento de Cundinamarca, que busca el: “Mejoramiento del estado fitosanitario del cultivo de mango y de la calidad e inocuidad de las líneas productivas priorizadas en el departamento de Cundinamarca para facilitar el acceso a mercados nacionales e internacionales” (2023), evidenciando un compromiso con las líneas productivas de frutas y hortalizas, en donde se aúnan los esfuerzos con diferentes organizaciones, para así procurar el beneficio del subsector y de los productores.
¿De dónde surge la idea de priorizar Cundinamarca? De la necesidad de tener controles fitosanitarios en el departamento con mayor área sembrada de mango en el país, aceptando que a su vez, tiene la producción más baja; esto se debe a que en la provincia del Tequendama y el Alto Magdalena, no existen monitoreos para controlar las poblaciones de dípteros que se originan y atacan los cultivos. Esta situación, lastimosamente ha llevado a que productores como Luis Eduardo Buitrago se sientan desesperanzados con el porvenir de sus productos, ya que como lo explica: “… el precio no compensa lo que se hace, estamos trabajando a pérdida, así que no es rentable y en un futuro los productores pueden desaparecer porque cultivar así no es un negocio”; a simple vista un panorama desalentador para la línea productiva, que tiene un potencial de exportación elevado, sobre todo por el terreno que ha sido abonado por el departamento del Magdalena, quien ha realizado apertura de mercados con su mango de azúcar.
Aunque la situación parece compleja, Asohofrucol y la gobernación, unen esfuerzos para mejorar las condiciones de los manguicultores del departamento; como lo enuncia Carolina Vela, coordinadora del proyecto: “Se tienen dos factores que afectan la producción; el primero es la sobre oferta de producto que propicia un bajón en los precios, llevando a que el mango se pierda en el piso porque no hay quién lo coseche; el segundo es la calidad, que en comparación con el mango de azúcar que se cultiva en el Magdalena, tiene problemas de sanidad y características organolépticas. Lo que buscamos es mejorar las condiciones de producción para que se aproveche el producto y podamos llegar a mercados extranjeros”, agregando que Cundinamarca tiene un gran potencial en materia de exportación, siempre y cuando se eleve la calidad del producto, para así tener mejores condiciones organolépticas y fitosanitarias, para cumplir con las exigencias de los mercados internacionales.
Dentro del proyecto se contemplaron tres ejes de acción que buscan disminuir la incidencia de moscas de la fruta en los cultivos priorizados; siendo así, se adelantaron labores de instalación de trampas (botellas con cebo y aplicaciones de Succes en las axilas de las ramas, asistiendo a 872 productores), monitoreo y acompañamiento, durante 823 jornadas de supresión que impactaron 2.156 hectáreas. Para Mauricio Alzate, supervisor de la brigada de mosca de la fruta: “nuestra labor consistía en hacer aplicaciones de Succes e instalar botellas con cebo para hacer monitoreo y control de moscas de la fruta. El índice de incidencia que trabajábamos era de 0.5 para arriba, pero llegamos a algunos predios en donde ese valor superaba el 14, eso es una cifra alta, en esos lugares reforzábamos tanto el monitoreo como las aplicaciones y botellas”, exaltando la labor realizada, especialmente en los predios afectados.
Aunque el trabajo realizado fue titánico, la brigada no siempre contó con el apoyo de los productores, ya que en algunos predios se presentó resistencia al cambio de modelo; en palabras de Alzate: “Al principio, la respuesta de los productores fue difícil porque hay personas reacias a aceptar nuestra forma de trabajo, pero cuando nos dieron la oportunidad de ayudarles y comenzaron a ver los resultados con la baja del índice de incidencia, nos buscaban para que les prestáramos la asesoría; al final no teníamos tiempo y nos faltaban manos para atenderlos”.
Frente a esas situaciones, el Presidente Ejecutivo de Asohofrucol, el doctor Álvaro Ernesto Palacio Peláez, enuncia que: “estamos contaminando el medio ambiente y matando la vida con el uso de pesticidas, plaguicidas y abonos químicos, porque no solamente se esteriliza la tierra, sino que además se envenenan los alimentos que consumimos; eso sin contar con el daño que ocasionamos a las fuentes hídricas… nuestro modelo, que hemos denominado Somos Agricultura Tropical, busca el beneficio del bolsillo de los productores, de su bienestar, así como el cuidado del medio ambiente”, una propuesta que involucra la protección de los recursos naturales, pensando en el bienestar de las familias productoras y en el desarrollo económico del campo colombiano.
El proyecto terminó con éxito, atendiendo a 12 organizaciones y a aproximadamente 400 personas naturales; un alcance alto, si se tiene en cuenta la cantidad de hectáreas sembradas en el departamento. Además, se logró una disminución del 72% en el índice MTD para los 12 municipios de la provincia del Tequendama. Con estas iniciativas, Asohofrucol – FNFH y sus aliados, se acercan a los productores hortifrutícolas para mejorar las condiciones técnicas de sus cultivos, procurando la comodidad y tranquilidad de sus familias, al igual que la protección del medio ambiente; una vez más, demostramos nuestro compromiso con el campo. ¡Somos un modelo ambiental!